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La Inteligencia Artificial (IA) y la automatización están cambiando rápidamente la forma en que trabajamos, y estas tendencias sólo se acelerarán en el futuro. Desde la automatización de tareas rutinarias hasta la creación de nuevos roles y oportunidades, la IA y la automatización están redefiniendo el futuro del trabajo.
La IA y la automatización tienen el potencial de automatizar una gran cantidad de tareas rutinarias. Según un informe de McKinsey, las tecnologías actuales de IA y otras tecnologías tienen el potencial de automatizar las actividades de trabajo que absorben del 60 al 70% del tiempo de los empleados hoy en día. Esto no solo libera tiempo para que los trabajadores se centren en tareas más complejas y creativas, sino que también puede aumentar la eficiencia y la productividad en general.
Tal como señala Lone Jaffe, CEO de Insight Partners, en entrevista con Tech Crunch, “el lanzamiento de Chat GPT hace cinco meses encendió el fuego de la innovación en startups en torno al machine learning (…) Hemos pasado de sistemas de predicción -como los de clasificación o recomendación- a sistemas de creación. Aunque la financiación ha ido a parar a los sistemas de ML generativos, también se ha avanzado mucho en sistemas de ML discriminatorios más «tradicionales», como los sistemas de predicción o clasificación”. Todas estas tareas sirven para hacer más simple lo rutinario, incluso lo rutinario y creativo.
A medida que algunas tareas se automatizan, se están creando nuevos roles y oportunidades. Por ejemplo, a medida que la dupla IA y automatización se vuelve más avanzada, está surgiendo la necesidad de roles como el de los ingenieros de aprendizaje automático y los especialistas en ética de la IA. Además, a medida que la IA se integra más en nuestras vidas diarias, también se están creando oportunidades en áreas como el diseño de la experiencia del usuario y la gestión de proyectos de IA.
La IA y automatización también tienen el potencial de aumentar significativamente la productividad. Según el mismo informe de McKinsey, la IA generativa podría permitir un crecimiento de la productividad laboral del 0,1 al 0,6% anualmente hasta 2040, dependiendo de la tasa de adopción de la tecnología y la reasignación del tiempo del trabajador a otras actividades. Esto podría tener un impacto significativo en el crecimiento económico a largo plazo.
A medida que la IA y automatización continúan avanzando, es probable que veamos cambios aún mayores en el futuro del trabajo. Según las estimaciones de McKinsey, la mitad de las actividades laborales actuales podrían automatizarse entre 2030 y 2060, con un punto medio en 2045, aproximadamente una década antes que en sus estimaciones anteriores. Esto sugiere que la transformación del trabajo debido a la IA y la automatización podría ocurrir mucho más rápido de lo que muchos esperan.
La IA y automatización están redefiniendo el futuro del trabajo. A medida que estas tecnologías continúan avanzando, tal como señalamos en este post sobre predicciones de la IA, es probable que veamos cambios aún mayores en la forma en que trabajamos. Sin embargo, para aprovechar al máximo los beneficios de estas tecnologías, será necesario invertir en la formación y el apoyo a los trabajadores a medida que cambian sus actividades laborales o cambian de trabajo. Si se pueden gestionar las transiciones de los trabajadores y otros riesgos, la IA y la automatización podrían contribuir sustancialmente al crecimiento económico y apoyar un mundo más sostenible e inclusivo.
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